DIARIO: NO QUISE ROBAR LECTORES

Todo parece volver a la normalidad en el blog. Después de estos últimos cuatro días en que Isabel Núñez me ha prestado unos cuantos lectores, lectores de la noticia de su fallecimiento, todo parece volver a la normalidad. Y digo normalidad porque los buscadores, esos chivatos que dejan rastro, me indicaban lo que la gente buscaba. Y muchos buscaban saber más de la muerte de Isabel. Yo fui uno de tantos que busqué algo más. Pero hay cosas que no se encuentran y son los malditos porqués. Me hice eco de la noticia que me pilló el sábado por sorpresa y me dejó desolado. No era intención robarle lectores que sé que serán ocasionales. Fue un impulso de escritura, uno de tantos que uno tiene. Su muerte en cierto modo me ha paralizado un poco. No encuentro explicación. No pertenecía al círculo de sus amigos íntimos. Nos habíamos visto escasamente un par de veces. Habíamos hablado poco. Yo me interesé por su ensayo balcánico, ella se interesó por mi primer libro de relatos. Y así de vez en cuando nos encontrábamos en facebook o en su blog. Yo lo leía a ratos, no asiduamente. Ahora estoy releyendo, y algunos fragmentos leyéndolos por primera vez, hacia atrás. Me apercibo de que su escritura ganó en consistencia literaria. Debo leer lo último que publicó que tengo todavía pendiente. No he querido, Isabel, robarte a tus lectores.