DIARIO DE VIAJE: LA VERA
En el Monasterio de Yuste, donde Carlos I pasó sus últimos días en un retiro bastante de eremita, y en un alojamiento que en nada parece un palacio. Ha llegado a nosotros tras una época de abandono, de ahí la restauración posterior pero no convence ver el claustro a lo lejos, tras un vidrio y, sobretodo, después de pasar un arco de seguridad como el de los aeropuertos y, sin embargo, la mayoría de las piezas que se exhiben son copias y sólo el mobiliario es original y no está protegido. Muchos grupos de domingueros, la mayoría de la capital del reino, villa y corte. Aportan mucho ruido y griterío y nosotros en apenas quince minutos abandonamos el lugar camino de Garganta la Olla, pueblecito pintoresco, pero antes de llegar nos quedamos en sus chorros, sometidos al estiaje del tiempo, el calor y el final del verano. Poca agua y mucha gente, a pesar de ello no nos privamos de un baño de nuestras extremidades inferiores.
Foto: Casa de postas en Garganta la Olla.
0 comentarios