Lo bueno de ver una película o leer un libro de terror es que sabes que terminada la visualización o la lectura volverás a la seguridad de tu vida. Por eso disfrutamos de ese miedo controlado. Lo malo del terror es cuando hace que desaparezca tu seguridad. Por eso huímos del miedo cuando es real. El poder utiliza siempre estrategias de miedo porque sabe con seguridad que nos obligan a buscar la seguridad, aunque dicha seguridad suponga dejar de enfrentarnos a la injusticia. Desde el inicio de la crisis el poder, el gobierno, las empresas, los bancos, la Unión Europea, los mercados, el FMI, etc... han utilizado el miedo contra nosotros. De este modo han conseguido paralizar a una buena parte de la población, a otra la han llevado hacia su redil. Ya he oido posiciones de aceptación del tipo: Qué otra cosa se podía hacer. Habíamos de reducir el despilfarro, etc... Todo ello de gente que jamás ha tenido dinero para despilfarrar. Es bueno darse cuenta de que esas estrategias de miedo entran en nuestra vida, para oponerles razón. A la irracionalidad sólo puede oponerse razón.Razón. Carguémonos de razón. De razones. Y dejemos que el miedo continúe como siempre en la ficción pues ese jamás nos afectará y podremos regresar siempre a la seguridad de nuestro día a día.