DIARIO: EL RUMOR DE UN TIEMPO PERDIDO
Ninguna fuerza nos puede hacer retroceder al pasado. Eso es algo que vamos aprendiendo a base de golpes. Avanzamos a tientas, equivocándonos, pero avanzamos. Y en ese avanzar vamos dejando cosas en el camino, en el olvido... Desatendemos a ratos a algunos amigos, en ocasiones nos preocupamos de cosas que vistas con el perfil del tiempo no tienen importancia. Nos emperramos en luchas mezquinas. Y dejamos que algunos momentos transcurran sin tener la certeza de haberlos vivido. En eso también consiste la vida. Es difícil sentir con plenitud algunos instantes tediosos de nuestra existencia: una cola en una panadería, un trámite burocrático a realizar, etc... Pero incluso esos momentos son nuestros. Por eso a veces necesitamos encontrar espacios para la belleza, lugares que calmen nuestros sentidos. Un paisaje, una canción, un libro, un lugar, una compañía, una mascota, una melodía... Encontrarlos es un acontecimiento impagable. Perderlos es una tragedia.
A veces cuelgo comentarios en facebook sobre personas que veo como día a día se degradan. Algunos dan por hecho que soy médico o algo parecido. Basta con tener un mínimo de sensibilidad para verlos. Parecen sombras de una civilización que se derrumba. Acabo de ver a uno de ellos.
Todas esas palabras que teníamos que haber dicho y que nunca pronunciamos.
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DAMIAN -