DIARIO DE VIAJE: LAS HURDES
Las Hurdes han cambiado. Afortunadamente. Aunque de sus caseríos maltratados por el abandono poco se puede decir, son testigos mudos de un tiempo que pasó. Sus tejados de pizarra desprendidos, sus suelos de tierra, sus paredes ya abatidas por el tiempo y el abandono general al que se ven sometidos poco nos dicen y menos dirán a las generaciones futuras que acabarán desconociendo sus historias como otras tantas veces. Y, sin embargo, los pueblos grandes de las Hurdes -Caminomorisco, Pinofranqueado- siguen teniendo en sus calles a jóvenes, quizá demasiado ociosos, y no sabe uno si es por falta de recursos educativos o por falta de interés, como en Plasencia vimos el casco viejo atestado de graffitis:¿ falta de recursos educativos o desinterés? Aceitunilla es una de esas alquerías que se caen a pedazos, sus casas de pizarra son abandonadas, probablemente tengan propietario, pero éste hace tiempo que dejó de pensar en ellas y eso es comprensible si se apercibe uno de lo que ofrecen.
Foto: Casas abandonadas en Aceitunilla.
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