DIARIO DE VIAJE: BARBATE.

No queda otra que luchar contra lo de siempre: la negritud, la mediocridad, la suciedad. Todo es lo mismo. Es la impresión que me ha dado estar en dos lugares cercanos pero diferentes. Los alrededores de Barbate, en lo que constituyen las marismas, y en el Parque Natural de las Breñas, también a las afueras de dicha población. No llegaremos nunca a nada si lo que es de todos no lo respetamos, por eso los de siempre se aprovechan de nuestra estupidez para defender lo privado. Seguro que a más de uno le sentaría mal ir a un bosque y tener que pagar. Llegaremos a eso si no gestionamos bien lo que es nuestro.

En la época comunista, en la Unión Soviética, los jubilados vigilaban los parques y la gente que paseaba llevaba un cucurucho para tirar la ceniza de sus cigarros. No hace falta llegar a eso, pero sí hace falta conciencia, mucha conciencia. Y esto me viene muy al pelo para hablar del Cabo Trafalgar,lugar en donde hay faro, un mar y donde perdimos una batalla. Muchos se llenan la boca de patria pero para ellos patrias son lugares ideales con banderas de cuarenta metros, o sitios imaginarios donde uno se cuadra y muestra mucho respeto. Patria también es el sitio donde se pisa cada día y el lugar donde se tira la basura. Pensémoslo.

Cádiz está lleno de esos matices. La belleza de su Atlántico, la dejadez de su patrimonio natural. Y todo suma, lamentablemente.

Foto: Lo que queda de embarcación atunera (Barbate, Cádiz) LVG