DIARIO DE VIAJE: MONTÁNCHEZ(CÁCERES) Y LLUVIA
Frustrado intento el nuestro de acercarnos a Montánchez pues no sólo la lluvia sino la niebla ha hecho acto de presencia dejando nuestra visibilidad en no más de diez metros. Al llegar al pueblo leve intervalo y vuelta a llover. En el castillo y su ermita, apenas diez minutos. Entre nieblas y neblinas con un fantasmagórico paisaje digno de Bram Stoker y su Drácula, casi presintiendo el paso del Borgo.Y tras bajar del castillo, en dirección a Arroyomolinos, parece que clarea y ello nos permite ver una joya, una de aquellas cosas en las que es difícil no estar de acuerdo: la Basílica visigoda de Santa Lucía del Trampal. Tanta sencillez, lejos de la arquitectura posterior. Este tipo de lugares sí dan calma al espíritu y no todos esos templos abigarrados de retratos y retablos. Apenas unos muros, tres naves, austeridad, silencio, paz. Y el resto del día es poco más que un duelo perdido contra la lluvia.
Foto: Fantasmagórica imagen del Castillo de Montánchez (Cáceres).
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