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MADERA DE NÁUFRAGO. Blog de Luis Vea.

DIARIO DE VIAJE: GUADALUPE (CÁCERES)

DIARIO DE VIAJE: GUADALUPE (CÁCERES)
Cáceres, tierra de surrealismo. ¿O no? Debo tener las lecciones de historia del arte un poco lejanas o quizá es que el enchufe plateresco de ayer me dejó un poco trastocado. Junto al pantano de Valdecañas se alza lo que queda del templo romano de Augustóbriga. Cuatro columnas mal contadas al pie del embalse que bien merecen una fotografía. Y al demorarme un instante, un pie atrás mirando para no caer al agua, un pie adelante para no perder detalle de los sillares... ¡Madre mía! ¿Surrealismo? ¿Goce daliniano?¡No! Un graffiti romano (foto). O casi. Tendré que consultar de nuevo mis lecciones de arte, de veras. Y yo que creí tener un buen bachillerato. Y de camino a Trujillo dándole vueltas al asunto. Paramos en Guadalupe para contemplar su monasterio. Qué alergia me produce todo lo que huele a catolicismo... Pero lo peor es tener que hacer la visita con un guía que tiene más ojeras que el Emperador Palpatine y cuya simpatía no aflora ni entre los dientes. Y luego dar paso a otro guía franciscano que obliga a la muchedumbre a rezar antes de ver el Camarín de la virgen. En fin, negocio bien montado a costa del patrimonio artístico español: no está mal ocho cuadros de Zurbarán (más otros ocho pequeños cuadros), dos Rubens, un Goya (perteneciente a las pinturas negras, ¿por qué no está en El Prado?) y tres Grecos. Respiro un par de veces y río, me sacudo las extremidades del cuerpo y me repito: No me afecta, no me afecta. Al cabo de poco más de una hora estamos en Trujillo. ¡Qué hermosura de villa!
Foto: Graffiti romano (Augustóbriga)

1 comentario

alena.collar -

Me estaba preguntando porqué hay que tener guía para ver las cosas...
Yo los huyo. Ponen cara de santa ira, pero prefiero ver las cosas sin caras mohínas, la verdad.