LA MANI
Volvíamos de la manifestación completamente desfondados. Dos horas de gritos, de consignas, de pitidos, de la Brigada dos trompeteiros como nos autodenominamos. Hacía años que no veía la Via Laietana tan llena de cabezas y de negrura final señalando un único destino. Y lo mejor estaba por llegar. Iba diciendo, ahora que nadie se desfonde. Todos: los telediarios, las televisiones, los periódicos,las emisoras de radio, el gobierno, la Generalitat... van a decir que no llegamos a la media docena. Un 11%. Yo sé lo que vi y también lo que ellos quisieron ver. Da igual.
Sé todos esos cuentos acostumbrados. Hay mucho acomodado en el sector público. Unas veces porque mandan estos, otras porque mandan los otros y otras más porque los sindicatos no me gustan. También hay bastantes deudores de sus puestos, otros cuantos con el miedo en el cuerpo porque les despidan y sin saber que la tasa de reposición será inexorable. Todo trabajador que se jubile o acabe su contrato no será substituido. Sólo un diez por ciento. Lo sufriremos todos en el futuro cuando vayamos al médico, cuando necesitemos a los bomberos... Da igual que mande Juan, que mande Pedro. Unos lo tuvieron claro desde el primer día, los otros desde Suresnes. Llámese el que manda Felipito Tacatún o El enano del bigote. Lo mismo da.
Al día siguiente me encuentro una nota de la consellera de turno. Tuve ganas de responder, pero no están las cosas para decir verdades. No para jugarse el puesto. Vomitar en la cara hubiera sido poco. No puede seguir uno siempre haciendo la guerra por su cuenta. En fin. Hoy, nosotros. Mañana lo pagaremos todos. Sigo sin ver organizarse a los más desfavorecidos. Están anestesiados. Lo dice el New York Times. Zapatero utiliza a la selección española para anestesiar, como antes Franco lo hizo con el Real Madrid. No diré que no. Seguro que gana"la roja" (qué nombre tan rídículo).
Foto: UGT
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Alena -