ENTÉRESE, AMIGO.
A uno le persigue la capacidad de hacer amigos. Llegado a cierta edad sabe que no va a caer bien a todo el mundo, porque el mundo no está preparado para recibir sinceridad ahora que se ha impuesto lo políticamente correcto. Hay quien no entiende que a uno la religión y el oscurantismo no le motivan. Y prefiere no discutir. Eso no significa desde luego retirarse. Hay quien es incapaz de entenderlo -como tampoco entendía que la sed de champán era excesiva, tanto que le mandaron a paseo más de una vez-. En fin, allá cada uno si quiere ver augurios en los vuelos de los palomos, pero que no nos impongan sus liturgias. Que beban ellos de sus propios abrevaderos, que nos dejen en paz de una vez con santos y santurrones que, al fin y al cabo, son sus santos y santurrones, no los míos. Si alguien quiere coronar como papa a un cerdo, que lo haga. Si quiere santificar a una mosca, que lo haga, pero que no nos hagan comulgar con ruedas de molino. Que no, que a mí el monoteísmo no me parece un buen invento. Que estaríamos mejor si hubieramos heredado más del mundo greco-romano. Si le parece eso fascismo no me voy a parar a repasar la historia de su religión. Y entérese ya, amigo, aunque mi texto no le haga gracia,yo respeto su oscurantismo pero no me pida que me lo crea.
2 comentarios
Pepa -
Saludos
Alena Collar -
No hay que hacerlos ni puto caso.