LA HUELGA GENERAL

Uno de los argumentos que insistentemente se están utilizando desde los sectores más derechistas de este país e, incluso, desde algunos ámbitos progubernamentales para intentar boicotear la próxima huelga general es tratar de deslegitimar la utilidad o la representatividad de los sindicatos en nuestra sociedad. Cada uno puede tener una idea propia de lo que los sindicatos representan y a quién sirven, es evidente. Quizá, a lo hora de tomar partido, yo hago el proceso inverso. Pienso en la reforma laboral, en la política económica, en las medidas que con urgencia y alevosía ha tomado el gobierno contra el sector público, pienso en el PSOE, pienso en la CEOE, pienso en la representatividad de nuestros empresarios, pienso en quién dirige a los empresarios en este país y entonces me digo. Yo no puedo estar en ese barco. Llegado el caso, me parezcan bien o mal esos sindicatos, si tengo que estar en esa trinchera con ellos lo preferiré.  Y lo preferiré a estar al lado de la CEOE, de Díaz Ferrán, del PSOE y de un gobierno que da bandazos. Por lo tanto, sí. Apoyo la huelga general.