DIARIO
La cabeza de Mimi, mi gata, traza un arco en el aire en un ligero devaneo rítmico que termina por parecer perjudicial a mi juicio. Imagino mis cervicales realizar el mismo movimiento una y otra vez no sin cierto dolor. Se está durmiento sobre mis piernas y la extraña posición que adquiere delimita el arco del movimiento hacia atrás de su pequeña cabeza. Por fin el cuerpo alcanza la posición ideal y la cabeza se viene hacia delante, lo cual me permite mover mejor mis dedos sin pensar más en sus cervicales. Ya sé que los felinos en general no son muy dados a la lectura. En más de una ocasión la impiden posándose sobre el periódico o sobre las páginas del libro. Fido lo hacía a menudo quedándose dormido sobre el diario. Bufi directamente pasaba sobre las páginas del libro y, muy a menudo, sobre las teclas del ordenador. Debe ser difícil para un animal tan inquieto como el gato no ver perspectivas de caza tras las letras. Eso los hace especiales y también que no nos aburramos mirándolos.
3 comentarios
Manu Carrillo -
Luis Vea García -
Ruth -
¿Tu gata persigue el ratón del ordenador? El mío ya se ha ido acostumbrando, pero al principio era un espectáculo.