DESVERGÜENZA
El otro día, en su comparecencia en sede parlamanetaria, a Ada Colau, representante de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, le afearon haber empleado la palabra criminal para referirse a la banca. Le obligaban a que se retractara. Hoy, Joan Rossell menosprecia al sector que más han sufrido la crisis -los parados- e insulta a los empleados públicos. Nadie le obligará a rectificar. Lo llaman democracia. La desvergüenza se llama Rossell o Díaz Ferrán, su antecesor, o Gúrtel o Bárcenas o Ana Mato...
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