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MADERA DE NÁUFRAGO. Blog de Luis Vea.

DIARIO

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El viernes pasado en el concurso que antes mencioné. Obtengo el primer premio de narrativa pero siento una alegría contenida. Creo que ha llegado el momento de buscar otras metas y de dejar que otros empiecen aquí su camino.

Concluyo otro libro de ensayo sobre Unamuno, Homenaje a Unamuno a fin de documentarme para mi ensayo. Las notas del profesor De la Nuez son lo mejor y quizá algunos apuntes de Dámaso Alonso.

Los medios de comunicación se dispersan haciéndose eco de la concepción del futuro heredero de la corona. Opio para la estupidez y las revistas del corazón. Palabras vacías para decir siempre los mismos mensajes. ¿Realmente nos informan o tan sólo hacen campaña para monarquizarnos? Creo que este año estamos teniendo sobredosis de monarquías europeas.

Observo con estupor como de forma casi mecánica convertirse en escritor supone ser objeto de palmaditas a la espalda o las críticas más crueles por parte de semejantes. Es decir, envidias varias. Y para colmo, entrar en el punto de mira de otros que no opinan como tú y que están esperando el momento oportuno para la calumnia. ¡Por si no teníamos bastante con el márketing!

Ayer otra entrega de premios, autoridades y conocidos, siempre los mismos rostros dando razón a aquéllos que opinan que en la literatura hay mucha endogamia. Aplausos, placas y trofeos. El salón de actos del Hospital de Sant Pau es un lugar ideal para la entrega. Incremento el cómputo de concursos locales ganados.

¿Es el abatimiento, la decepción la que mueve a expresarnos por escrito?

El ano es el nudo gordiano de las posaderas.

Cada vez que releo Martin Eden de Jack London, siento dos sensaciones contrapuestas. Una inicial que puja en pos de mejorar como persona, básicamente en la faceta intelectual. Ansias de escribir y expresarme. Y un segundo de un tristeza demoledora. Al finalizar el libro ardo en deseos de continuarlo, o, simplemente, de corregirlo, a pesar de comprender la lógica del relato y de su final. ¡Cuánto daría por un final más esperanzador! Y, entonces, todas las ansias de mejorar se diluyen.

Ando la mañana dándole vueltas a un asunto tras leer un cuento de una amiga. Hablaba ella de la perrunización de un gato. Y después de pensar largamente en perrunizaciones de gatos y gatunizaciones de perros he llegado a la conclusión de que los seres humanos ganaríamos largamente si pudiéramos perrunizarnos o gatunizarnos.

Releyendo algunos de mis poemas observo con preocupación que ha decaído el lirismo en los mismos y me pregunto si no es quizá la temática y el mundo que nos rodea lo que ha hecho cambiar mi modo de escribir que parece que se ha adaptado simplemente a la vida que llevamos. Será que es verdad aquello de que son malos tiempos para la lírica.

3 comentarios

Goreño -

Es cierto, la lírica parece ser una especie en extinción, pero, "mientras exsita una mujer hermosa (y un poeta), habrá poesía".

Disfruta tu premio con alegría plena, y no dejes que algunos personajillos de ideas ultramontanas te amarguen la fiesta. Saludos

Antonia -

Siempre han sido malos tiempos para la lírica.
Eso, precisamente, es lo que la hace necesaria e imprescindible ¿no crees?
Un saludo

white -

Son tiempos de prisas de vértigos, de pasos largos y tiempos cortos pero mientras queden poetas no seran malos tiempos para la lírica. Saluditos