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MADERA DE NÁUFRAGO. Blog de Luis Vea.

DIARIO

He llegado a la conclusión de que el perro par que ladra en mi escalera es bilingüe. Al principio creí que era un can repetitivo, con esa manía de decir dos veces lo mismo, luego pensé que era un perro sordo que se reiteraba constantemente con el imperioso deseo de oír algo. Más tarde opté por creer que era uno de esos perros pretenciosos que tiene que decir dos veces lo mismo sólo por el placer de escuchar su voz. Sin embargo estaba equivocado. He estado haciendo un seguimiento de sus ladridos: el tono de voz, la cadencia, el intervalo entre ladrido y ladrido... Ahora caigo en la cuenta de que es un perro bilingüe. Un can cultivado de esos que dentro de poco pedirá a su amo ir a la escuela de idiomas para aprender una tercera lengua. Lo peor de todo es que se convertirá de nuevo en un vulgar perro impar.

3 comentarios

white -

Un perro bilingüe, perfecto para un regalo. Besos

Jesús Caudevilla -

¡Muy bueno! Y no sólo se podría aplicar a ese animal.

Inma -

Es que los perros como los seres humanos son imprevisibles, Luis...
Hasta el jueves. Un abrazo.